Relaciones por Internet y la prostitución 2.0, ¿pueden funcionar?

relaciones-internet-prostitucion-0-2

Hasta hace unos años, tener una novia fuera de la ciudad era una auténtica tortura. Para algunos, una cruel mentira que otros se inventaban para no tener que dar explicaciones. Para otros, una realidad compleja y obligada por el trabajo o los estudios. Las relaciones a distancia no son nuevas, ni mucho menos, pero es cierto que cada vez hay muchas más. Y es que Internet ha logrado unir lo que antes parecía imposible, estrechar lazos entre personas que viven lejos. Hace tan solo unas décadas, cuando tenías a tu pibe fuera de la ciudad, lo normal era llamarlo, o incluso mandarle cartas. Hoy en día podemos estar en contacto, por muy lejos que se encuentra la otra persona, a través de mensajes e incluso videollamadas. Encontrar a nuestra media naranja en la red parece algo mucho más sencillo que enfrentarse a todas esas citas con amigos de amigos que siempre salían mal.

Esta revolución ha permitido que hoy por hoy cada vez haya más relaciones de este tipo. Cada uno en una ciudad diferente, por un tiempo prolongado, incluso en otros países. Por razones de estudios o de trabajo, por cualquier motivo de peso, que antes tal vez se veía como algo secundario frente al amor, pero ahora es lo primordial en la vida. Porque las relaciones a distancia tampoco son como antes, y hoy es mucho más fácil seguir en contacto con el amor de nuestra vida, aun estando tan lejos. Todo puede parecer precioso, una historia de amor espectacular y maravillosa que da casi  para una película… pero la realidad también puede volverse oscura. Cuando no pasas tanto tiempo con tu pareja, cuando la tienes lejos, acabas echándola de menos de forma irremediable. No poder sentir su calor, no poder compartir tantas cosas con esa persona, te puede llegar a matar por dentro. Y no hablemos de los celos o de las opciones que tenemos para ser infiel, sin que vaya a enterarse jamás. Esto es algo que también hay que tener en cuenta a la hora de comenzar una relación por Internet, aunque las ventajas pesen más.

Cómo la red lo ha cambiado todo

Parece un tópico pero es real: Internet ha cambiado por completo nuestro mundo. Solo hay que preguntarle a nuestro papás sobre cómo era la vida en sus tiempos, cómo se conocieron y empezaron a salir, y compararlo con lo que vivimos nosotros. La red ha destrozado las diferencias espacio temporales, ha roto las barreras que impedían la globalización total, en todos los sentidos. Ahora podemos estar chateando tranquilamente con alguien que viva en Los Ángeles, mandarnos fotos y compartir todo tipo de contenido, sin que haya ninguna diferencia. Las relaciones han evolucionado también. Es mucho más fácil estar en contacto con los demás, aunque haya expertos que sigan diciendo que la tecnología nos está aislando en realidad. Cuando se trata de una relación sentimental, solo son ventajas.

La distancia ya no es un problema

Tener a nuestra pareja en otra ciudad, en otro país incluso, no es plato de buen gusto para nadie. Una relación sana se desarrolla habitualmente cuando las dos personas lo comparten todo. De hecho, es habitual que muchas relaciones no se afiancen hasta que la pareja se va a vivir a la misma casa o el mismo departamento. Creemos conocer muy bien a ese amor de nuestra vida, pero convivir las 24 horas con él y sortear las discusiones habituales puede no ser tan sencillo. Aun así, las relaciones a distancia también pueden llegar a funcionar, a pesar de no cumplir con ese requisito. Podéis pasar mucho tiempo juntos, sobre todo si no hay demasiada diferencia horaria.

Internet lo pone todo muy fácil. Tenemos Skype para hacer videollamadas, Whatsapp para mandar mensajes y por supuesto, también Facetime y todas las redes sociales para estar en contacto. Cierto es que no será lo mismo que tener a esa persona contigo, en carne y hueso, pero al menos ya no tienes que conformarte con escuchar su voz o recibir una carta de cuando en cuando. Las relaciones a distancia son ahora mucho más sencillas, eso está claro, pero tampoco son un campo de rosas. Hay que asumir que vamos a estar lejos de esa persona, tal vez por mucho tiempo, y que lo vamos a pasar mal. ¿Seremos capaces de aguantarlo? ¿Y qué hay de las tentaciones que se nos pongan por delante?

El sexo también está presente

Cualquiera, cuando está en una relación, tiene ciertas necesidades que saciar. Y esto puede ser uno de los puntos más problemáticos de las relaciones a distancia, de hecho. Cuando tenemos el deseo a flor de piel, pero nuestra pareja está tan lejos, cuesta aguantar la tentación si hay otras personas que nos gustan cerca. Los celos que esto puede acarrear serán determinantes para poner a prueba la relación, y es que no es sencillo sobrepasar este tipo de situaciones. Pero ahora, gracias a la tecnología, todo es más fácil. El cibersexo se ha ido perfeccionando con el tiempo, con la mejora en las cámaras y la velocidad de las redes. Ahora podemos conectarnos incluso al vibrador de nuestra chica, para usarlo a nuestro gusto.

Una verdadera revolución que ha permitido que muchas parejas sobrevivan a ese periodo separados, disfrutando de cierta intimidad. Al principio puede que nos de algo de corte el mostrarnos así, aunque sea ante nuestra pareja. Podemos pensar que alguien lo esté grabando, o que el vídeo termine en Internet. Si tomamos las precauciones adecuadas, esto obviamente no ocurrirá. Se trata de pasar un rato divertido y excitante con nuestra pareja, aunque esté lejos. La situación, de hecho, puede llegar a ser tremendamente morbosa, aunque está claro que no será como disfrutar de su cuerpo y sus besos en persona. Pero el sexo por Internet ha llegado a tal punto que hasta las profesionales lo utilizan.

Prostitución 2.0

Dejando a un lado por un momento las relaciones sentimentales y centrándonos en las sexuales, Internet es el lugar perfecto para encontrar un poco de diversión. Y no hablamos solo de esas páginas llenas de vídeos porno, sino también de las chicas que ofrecen servicios especiales a través de videollamada o sexting. Son profesionales del sexo que han encontrado un filón en estas nuevas tecnologías, y que ahora ganan mucho dinero sin salir siquiera de casa. Probar este tipo de cibersexo cuando lo necesitemos, tal vez porque nuestra pareja está lejos, puede ser una buena forma de ponernos a tono. Y tampoco debería considerarse una infidelidad, porque en realidad cada cual está en su casa, y ni siquiera llegamos a tocar a la chica en cuestión.

Leer más