Por qué el porno es lo más visitado en Internet

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Hoy por hoy, el porno es más accesible que nunca para cualquier persona que tenga una conexión a Internet. Y hay muchas en el mundo que la tienen, por no decir que prácticamente todo el planeta está a estas alturas conectado a la red. Cualquier teléfono móvil moderno, cualquier ordenador, incluso los más antiguos, nos abren una ventana a ese mundo en el que todo es posible. El crecimiento de la red ha tenido lugar en las dos últimas décadas, y ha sido absolutamente apabullante, tanto que ha cambiado el mundo por completo. Muchos trabajamos ya de manera remota gracias a estas conexiones. Otros han conseguido ganarse la vida como influencers en las redes sociales. Se liga a través de apps como Tinder o Bumblee, se encuentra ropa, comida especial, regalos, libros o cine en las plataformas… Tenemos toda la información del mundo a nuestro alcance.

¿Y qué es lo que terminamos haciendo? Ver porno, claro está. Porque las prioridades son muy claras y para los hombres, el deseo sexual parece estar por encima de todo lo demás. No es algo malo, ni mucho menos, y cuanto antes naturalicemos esta situación, mucho mejor para todos. Pero es cierto que algunos expertos están alzando la voz de alarma ante la sexualización extrema que estamos viviendo en estos días. De hecho, la adicción al sexo, incluida también al porno, se hace más patente que nunca en las consultas y terapias. La película Don Jon, dirigida y protagonizada por Joseph Gordon Levitt, presentaba precisamente ese problema. Un tipo ganador, exitoso, que lo tenía todo, con una buena familia y una novia preciosa… Pero que estaba tan obsesionado con el porno que acababa por frustrar toda su vida social. ¿Se puede llegar a ese extremo? Desde luego, el porno nunca fue tan asequible y sencillo de encontrar. Podemos acceder a él a cualquier hora del día, en cualquier momento y prácticamente en cualquier lugar. Y no solo los adultos. Los críos y adolescentes también lo tienen más fácil que nunca, de manera que el porno puede llegar a afectarles de manera definitiva a edades muy tempranas.

La red y el porno, una relación intensa

Siempre se dice que Internet es lo que es hoy en día gracias al porno. Que si no hubiera sido por el deseo de compartir vídeos e imágenes subidas de tono, la red hubiera tardado mucho más en expandirse y mejorarse. La tecnología ha avanzado muchísimo en estos últimos años, hasta llevar Internet a nuestros hogares, a cada parcela de nuestra vida. Y el porno ha ido creciendo también con la red, cambiando, adaptándose y expandiéndose de manera imparable. Por eso hoy en día tenemos acceso a todo lo que podemos encontrar en la red, de forma gratuita incluso, para aliviarnos en el momento que lo necesitemos. Algo impensable hace tan solo veinte años, que hoy tomamos como lo más natural y normal del mundo.

Las páginas más visitadas son de contenido adulto

No hay más que echar un vistazo a los resultados anuales de los buscadores para conocer la realidad del porno en la red. De las diez páginas más buscadas a nivel mundial, al menos hay siempre un par de ellas que pertenecen al género del porno. Las demás son redes sociales, o aplicaciones para conferencias y plataformas de vídeo como Youtube. Da igual el país en el que busquemos, los resultados no varían demasiado. En 2020 y 2021, con la pandemia, esto se acrecentó incluso más, consiguiendo que Pornhub y Xvideos llegasen al top de páginas más visitadas en esos años. Cada día son  millones los usuarios que acceden a este tipo de plataformas para ver vídeos porno en Internet, y esa realidad ya es más que palpable también en nuestra sociedad.

El porno sigue siendo un tabú para muchos, pero es cierto que cada vez se consume más. Pasa un poco igual que con la prostitución, apartada siempre del foco mediático, pero cuya demanda no decae por más que muchos países intenten prohibirla. El porno supone para la mayoría de usuarios un momento de relax y asueto, de tranquilidad y de disfrute. En tiempos como estos, de tanta incertidumbre, con problemas rodeándonos todos los días, esa desconexión es imprescindible. Necesitamos romper con todo lo demás, aunque solo sea por unos minutos, olvi9darnos de lo que tenemos alrededor y concentrarnos solo en nuestro propio placer. Dejamos el estrés atrás, los problemas desaparecen y solo hay disfrute y sensualidad. Por eso no nos extraña que las páginas de vídeos porno sean tan populares.

Un cambio total en la industria

Internet nos ha cambiado la vida por completo a todos, pero también lo ha hecho con negocios como la propia industria del sexo. A principios de los 90, el porno sobrevivía gracias a los alquileres de películas en los videoclubs. No era la mejor época para una industria que venía de ser gloriosa en los 70 y principios de los 80. Y para colmo, estaba aquello de Internet, que parecía poner en  jaque una vez más el negocio. Lo que pudo ser el fin de la industria se convirtió  en realidad en su salvación, con una reconversión y adaptación a las nuevas tecnologías que le haría no solo  pervivir, sino vivir su mejor época de popularidad. El porno tuvo que cambiar prácticamente toda su producción para adaptarla a la red.

Se empezó a grabar ya en digital y a ofrecer un contenido de mayor calidad directamente en las páginas web y plataformas. Si antes se llegaban a los miles de personas que alquilaban en un videoclub, ahora el público objetivo crecía a millones. Solo había que ofrecerles lo que ellos deseaban, porque los propios usuarios iban en busca de ese contenido. La explosión de las videotecas pornográficas como Pornhub y XVideos demostró que la industria estaba encontrando su lugar, y aprovechando al máximo todas las opciones que Internet ofrecía. Y así es como la simbiosis entre la red y el porno ha terminado, al menos por ahora, en un final muy feliz. Hay más porno que nunca para cualquier tipo de espectador, y es más fácil que nunca llegar a él.

¿Puede llegar a ser un problema?

Si citábamos arriba a Don Jon no era por casualidad. El acceso a contenido erótico a edades tempranas puede suponer un problema para la forma en la que esos jóvenes entienden y se acercan al sexo. A ciertas edades, el porno puede parecer lo mejor del mundo, pero no se está preparado para entender que es ficción. Cine para adultos, con sexo explícito, pero cine al fin y al cabo. Los jóvenes ya están empezando a mostrar rasgos de cierta dependencia pornográfica en sus relaciones íntimas, algo que en los adultos ya se lleva años notando. La facilidad con la que se accede al porno es una bendición, pero si no logramos controlarlo, también puede convertirse en un problema bastante grave. Por eso hay que tomárselo con mesura, como todo en la vida.

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